Implantes

¿Qué es un implante dental?

Un implante dental consiste en una estructura de titanio (elemento que es biocompatible con nuestro cuerpo) que quirúrgicamente se inserta en el hueco que tenemos en el hueso maxilar o en el mandibular, reemplazando de esta manera la raíz de un diente perdido. Posteriormente, sobre este empaste, se coloca con una corona dental, prótesis o puente imitando de esta forma el color y la forma del diente original.

Cuando perdemos uno o varios dientes, perdemos la función y estética. Se altera la posición de los dientes vecinos, favoreciendo las enfermedades periodontales, las caries, los problemas de la articulación de la mandíbula, etc. Los implantes sirven para reponer los dientes perdidos y recuperar las cualidades de la boca, sin «tocar» otros dientes. Su función es la de hacer de raíz artificial.

¿Para qué se utilizan los implantes?

En odontología, se utilizan los implantes dentales para:

  • Conservar la estructura ósea, es decir, evitar la pérdida del hueso.
  • Mejorar la fonación y masticación.
  • Evitar el desplazamiento de los dientes adyacentes.
  • Reemplazar uno o varios dientes perdidos.

Ventajas de los implantes

  • Comodidad: no provocan molestias ni se mueven a la hora de comer o hablar.
  • Gran durabilidad: con revisiones periódicas y una buena higiene, los implantes pueden durar toda la vida.
  • Evitar el desgaste de dientes sanos.
  • Estética natural: se integra perfectamente con el resto de dientes.
  • Conservación del hueso: previenen la reabsorción ósea que ocurre cuando hay una pérdida dental.

¿Cómo es el procedimiento?

1. Estudio personalizado: con radiografías y escáner 3D se hace un diagnóstico completo.

2. Colocación del implante: a través de una intervención quirúrgica, se inserta el implante en el hueso.

3. Osteointegración: consiste en el fusionamiento del implante con el hueso, suele durar entre 2 y 6 meses.

4. Colocación de la prótesis: una vez que se ha integrado, se coloca definitivamente la corona personalizada previamente.

FAQ- Preguntas frecuentes

No. Este tipo de procedimiento se realizan con una anestesia local, por lo que mientras te intervienen, no sentirás dolor. Una vez terminada, puedes tener una pequeña inflamación o molestia, pero fácil de controlar con analgésicos.

Si se cuida muy bien el implante puede durar muchos años, incluso para toda la vida. Lo más importante es acudir a las revisiones periódicas que se hayan estipulado junto con una buena higiene oral.

Se realizarían tratamientos previos como por ejemplo elevación del seno maxilar o injertos óseos, para que de esta forma se regenere el hueso y se pueda colocar el implante correctamente.

Suele variar dependiendo del caso. Desde la colocación del implante hasta que se coloca finalmente la corona, pueden pasar entre 3 y 6 meses. Hay algunos casos en los que colocar el implante y el diente se puede hacer en un mismo día.

Igual que los dientes naturales: cepillado correcto, uso de hilo dental, buena higiene dental y visitar regularmente el dentista. El tabaco puede afectar a la integración del implante.

Por lo general, sí. Se debe tener una buena salud bucal, contar con la cantidad mínima de hueso y no tener enfermedades periodontales. En la evaluación se determinaría.

No suele haber rechazo, ya que el material que se utiliza (titanio) es totalmente biocompatible. A veces, puede ocurrir que haya una falta de integración con el hueso, pero se solucionaría con un nuevo intento tras evaluar el problema.

 El tipo de prótesis dependerá de cada caso concreto y de las características y necesidades del paciente. Podrá ser cementada o atornillada sobre una pieza inmediata entre el implante y la corona, llamada pilar. Cuando es una dentadura completa puede ser fija o removible, según los casos y número y disposición de los implantes. En todos los casos el acoplamiento entre el implante y las demás piezas debe ser perfecto y no debe ser desmontado salvo que el dentista lo considere necesario. Las prótesis se pueden cementar con cemento provisional para poder retirarlas en caso de necesidad.

Es imprescindible establecer un plan de revisiones periódicas para verificar los niveles de hueso en torno al implante, los ajustes de los diferentes componentes de la prótesis y la oclusión o forma en que encajan los dientes. Las complicaciones tras el tratamiento no son muy frecuentes pero puede haber descementado, aflojamiento de tornillos de conexión, fracturas de porcelana, desgaste de la resina, desprendimiento de algún diente; casi siempre son debidas a una sobrecarga o exceso de función, lo cual también ocurre con los dientes naturales, y debemos colocar una férula de descarga (protector nocturno) para minimizarlas. Si nota cualquier cambio en el tratamiento realizado consulte con nosotros.

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