Blanqueamiento dental

¿Qué es un blanqueamiento dental?

Consiste en un tratamiento estético que tiene como finalidad mejorar el color de los dientes, eliminando decoraciones o manchas para así poder devolver su blanco natural o incluso se puede lograr un tono más claro.

Algunas de las características que tiene dicho tratamiento son:

  •  Personalizado, dependiendo de las necesidades de cada persona pueden usarse métodos más o menos blanqueadores.
  • Efectivo y rápido, donde se pueden ver los resultados en aproximadamente 60 minutos.
  • Proceso no invasivo, ya que es un tratamiento simple, sin necesidad de cirugías.
  • Variedades de técnicas, tanto con geles blanqueadores como con láser o luz.

¿Cómo se aplica el blanqueamiento dental?

Hay dos formas en las que se puede realizar el blanqueamiento dental:

Blanqueamiento en consulta (profesional):

  • Procedimiento: el dentista comienza aplicando un gel blanqueador que tiene una alta concentración en los dientes. En algunos casos utiliza una especie de luz especial o un láser que hace que se active el gel. Por lo general, el proceso suele durar entre 3o y 60 minutos. Se compone de 2 o 3 ciclos, dependiendo del estado y resultado de los dientes.
  • La ventaja más importante es que se es consiguen resultados inmediatos y hay un mayor control y seguridad durante el proceso.

Blanqueamiento casero (supervisado)

  • Procedimiento: se realiza a través de unas férulas personalizadas que nos proporciona el dentista y de un gel blanqueador que tiene una menor concentración que el de la clínica para que el paciente se lo vaya aplicando durante varias noches.
  • La ventaja más importante es que es más económico, aunque los resultados tardan más en aparecer.

¿Cuándo se consigue blanquear y qué factores influyen?

La intensidad de los tonos va a depender en primer lugar del tipo de color que tenga el paciente en sus dientes. Y en segundo lugar, dependerá de la forma de blanqueamiento que utilice:

  • Blanqueamiento en consultorio: este tipo de tratamiento profesional en clínica suele blanquear entre 4 y 12 tonos más blancos comparados con el color original de los dientes que tenía el paciente.
  • Blanqueamiento casero: con este tratamiento, los resultados son más suaves. El promedio suele ser entre 2 a 5 tonos.

¿Qué más factores afectan al grado de blanqueamiento?

  • Estado de los dientes: los dientes que tienen una decoloración uniforme o amarilla suelen responder de forma más rápida y mejor al blanqueamiento que aquellos dientes que tienen manchas grises o que están causadas por medicamentos.
  • Tipo de mancha: el blanqueamiento es más efectivo en manchas superficiales, como las causadas por el té, café o tabaco. Hay manchas más profundas o que están relacionadas con el envejecimiento que suelen ser más difíciles de eliminar.

FAQ- Preguntas frecuentes

  • Estado de salud bucal: antes de hacerse el blanqueamiento hay que tener una buena salud dental, es decir, si hay enfermedades en encías o caries hay que tratarlas antes.
  • Sensibilidad dental: algunos pacientes pueden experimentar sensibilidad temporal después de este tratamiento, aunque suele desaparecer en poco tiempo.
  • No todos los dientes responden igual, suele responder mejor en dientes amarillentos que en dientes grises.
  • Expectativas realistas: los resultados dependen del tratamiento elegido, del tipo de dientes y de la decoloración de los mismos.
  • Resultados temporales: el color de dientes puede volver a oscurecerse con el tiempo, ya que no es un tratamiento permanente.

Sí, este tratamiento es seguro siempre y cuando se realice por un profesional. Todas las técnicas y productos que se utilizan, están aprobados por autoridades de la salud, como FDA. Sin embargo, hay que tener muy en cuenta todas las necesidades específicas que tenga el paciente para poder evitar riesgos.

Los resultados del blanqueamiento suelen durar entre 6 meses y 2 años. Todo depende de la higiene dental y los hábitos alimenticios que tenga el paciente. Cuanto más abuses de sustancias como el tabaco, café o té; menor tiempo le durará.

Siempre se pueden hacer recordatorios para mantener el tono correcto. Lo ideal es hacerse revisiones anuales y realizar un seguimiento al paciente valorando lo que se necesita en cada caso.

No suele ser doloroso, pero en algunos casos puede aparecer algo de sensibilidad temporal que suele remitir a las 24-48 horas. La sensibilidad durante el tratamiento es como una especie de pinchazos que van y vienen en algunos dientes que tengan fisuras. Abundantes enjuagues y un analgésico serán suficientes para superar la sensibilidad.

La sesión en la clínica suele durar entre 30 y 60 minutos, dependiendo de la técnica que se utilice y de la respuesta que tengan los dientes al tratamiento.

Sí, sin problema. Este tratamiento solo afecta al esmalte dental natural, es decir, si tienes carillas, coronas o empastes; no cambiarán de color.

Aún así, sería recomendable hablarlo con el dentista para que te facilite la mejor opción.

No suele ser recomendable para:

  • Personas con enfermedades dentales, como caries o problemas en las encías.
  • Si estás embarazada o en período de lactancia, debes consultarlo con tu médico. Por lo general, no suele haber problema pero siempre es mejor consultarlo.
  • Personas con dientes extremadamente sensibles, quizá necesitan un enfoque más cuidadoso.
  • Personas menores de edad, tampoco habría problema a no ser que tenga algún problema específico previo. Aún así, a esas edades, no hay motivos para necesitar dicho tratamiento. Habría que tener cuidado de los tiempos expuestos del producto en los dientes.

No, siempre que se realice correctamente y bajo la supervisión de un profesional. En el tratamiento en casa, hay que tener especial atención ya que un uso excesivo o incorrecto de estos productos pueden ocasionar desgaste del esmalte o sensibilidad.

Después del blanqueamiento, durante las primeras 24-48 horas los dientes estarán más susceptibles a manchas. Por ello, se recomienda evitar bebidas como el té, vino tinto o café y comidas muy pigmentadas. También se aconseja evitar el consumo del tabaco.

Hay que mantener una higiene bucal donde se incluye el uso del hilo dental y cepillados regulares. También se pueden evitar bebidas y alimentos que manchen los dientes y hacer sesiones de mantenimiento en la clínica.

Si tienes los dientes sensibles, hay que comentarlo al dentista antes de realizar el tratamiento. Para esto, hay métodos y productos que minimizan la sensibilidad durante el tratamiento y después de él.

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